El Juzgado de Primera Instancia Número 2 de Palencia ha anulado una cláusula suelo de un contrato de préstamo hipotecario

suscrito el 29 de abril de 2008 por un demandante contra la entidad Banco de Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria SA , y en la que también se le ha impuesto las costas judiciales a la entidad financiera.

En concreto, el juez ha anulado una cláusula del contrato hipotecario que dice textualmente que “en ningún caso el tipo de interés nominal anual resultante de cada variación podrá ser superior al  (12,50%) ni inferior al tres coma cincuenta por ciento ( 3,50%), con fecha de efectos desde la publicación de la sentencia”.

El demandante había argumentado en su demanda que dicha cláusula “es una condición general de la contratación de carácter abusivo, al no haber sido negociada individualmente, incorporada de manera generalizada por la entidad bancaria en sus contratos de préstamo hipotecario que transgrede el principio de buena fe al ocasionar en detrimento del cliente un desequilibrio de las obligaciones contractuales  injustificado y favorable para una sola de la partes: la entidad bancaria”.

El demandante indicó también que él, como consumidor, no tuvo “oportunidad real” de negociar los términos del contrato y en particular la rebaja o supresión de la cláusula, que fue fijada unilateralmente por la entidad financiera, “sin que existiera algún tipo de contrapartida consensuada que equilibrara el desequilibrio generado por la cláusula suelo”.

El juez argumenta en su sentencia que las cláusulas transcritas en el citado contrato “dan cobertura exclusivamente a los riesgos que para la entidad crediticia pudieran tener las oscilaciones a la baja y frustran las expectativas del consumidor de abaratamiento del crédito como consecuencia de la minoración del tipo de interés pactado como variable”. Añade, “al entrar en juego una cláusula suelo previsible para el empresario, convierte el tipo nominalmente variable al alza y a la baja, en fijo variable exclusivamente al alza”.